¿Qué película es esta?

¿Qué película es esta?
Fotografía por: Sweetlouise en Pixabay

¿Qué película es esta?

El coronavirus nos tiene asustados y preocupados, algunos lo han vivido en carne propia porque han sido contagiados, otros estamos encerrados en casa con miedo de acercarnos a otras personas, con temor de tocar puertas, sillas, paredes u objetos exteriores. Por momentos sentimos que estamos viviendo una película, es sorprendente como vemos de lejos a otras personas y nos preguntamos: ¿me contagiaré? ¿Estará enfermo? ¿Será un asintomático?; es realmente frustrante frenar todas nuestras actividades, nuestras rutinas, y peor aún, es frustrante alejarnos de las personas cuando el ser humano es un animal social.

A través de las redes sociales y la tecnología se me ha hecho posible comunicarme con amigos y familiares que están en el exterior, he tenido la oportunidad de conocer diferentes puntos de vista, pero todos concuerdan en que es increíble la situación actual y en que ningún país estaba preparado. Yo responsabilizo por esto a los grandes mandatarios, a la OMS por no alertar a tiempo, aunque ya tenían conocimiento del virus desde diciembre y quien sabe si desde mucho antes; muchos otros científicos e intelectuales habían alertado sobre una posible pandemia proveniente de un virus que afectaba el sistema respiratorio, pedían a los gobiernos fortalecer sus sistemas de salud, pero como siempre las inversiones iban a parar a otros lados.

No logro entender a los seres humanos que están en el poder que tienen esa idea loca de que nuestra especie es inmortal y que todo se soluciona con dinero; si se hubiera fortalecido el sistema de salud, igual el virus se hubiera propagado, pero por lo menos se tendrían los respiradores suficientes para cubrir la emergencia sanitaria, muchas vidas que se perdieron hubieran podido tener la posibilidad de sobrevivir al virus, pero en definitiva el poder corrompe y hay países que de ninguna forma van a querer sacrificar su economía por unas miles de vidas, la ética de los mandatarios esta permeada por la avaricia, ponen por encima de la vida el deseo de poder sobre el mundo, y el control de la economía.

Ahora la responsabilidad recae sobre nuestros hombros, la propagación del virus igual se va a dar, un gran porcentaje de la población se verá contagiada, por no decir que la mayoría, esta será la única manera en que nuestro sistema inmunológico adquiera los anticuerpos que podrán contrarrestar el virus, el tema es que quedarnos en casa permitirá que la curva de contagió no crezca de manera desbordada provocando un colapso en el sistema de salud (que en realidad ya colapsó en muchos países), podemos salvar vidas quedándonos en casa, podemos salvar incluso nuestras propias vidas.

No creo que ustedes tengan certeza de que su sistema inmunológico esta funcionando a la perfección. ¿Cuándo fue la última vez que se hicieron un examen médico?, aunque la taza de mortalidad no es alta en jóvenes, y es raro que le dé a los niños, no se vuelvan como los mandatarios, recuerden que no somos inmortales, y que cualquier falla nos pone en situación vulnerable, además tenemos abuelos, padres, tíos, que por su edad o sus afecciones medicas previas sí están en un riesgo mayor, ¿acaso no quieren protegerlos?

Cabe aclarar que quedarnos en casa conlleva ciertas variables que nos ponen en riesgo de otra manera, y de nuevo siento pesar, pues hay quienes nos quedamos sin trabajo, otros no tienen comida, los médicos no tienen garantías, algunos se sienten abrumados por el encierro, grandes empresas podrían ir a la quiebra. Mejor dicho, todos nos vemos afectados, no hay excepciones.

No voy a negar que desde que inició la cuarentena he tenido momentos de mucha preocupación por todos los factores antes mencionados, que he sentido que recuperarnos sobre todo económicamente va a ser muy difícil, pero como no soy un mandatario lleno de avaricia, de nuevo centro mi atención en mis reglas éticas, en el hecho de que son necesarias estas medidas para salvar vidas, cuando salgamos es cierto que tendremos mucho trabajo por hacer, espero que no seamos los mismos, espero que al menos la mayoría recordemos que no todo estará normal, habrán medidas de distanciamiento que cumplir, y ojalá las respetemos y no nos hagamos los vivos pasando por encima de ellas cometiendo errores que nos pueden llevar al fracaso de nuevo. Esta no es una película, esta es la vida real.

Luisa Fernanda Posada